Biografía
Enrique
García Asensio

Colocación de la Placa Conmemorativa en el edificio donde nació el Maestro García Asensio

Artículo de Francisco Ponce Carrasco (escritor y poeta)

El día 30 de Octubre, el Ayuntamiento de Valencia coloca una Placa Conmemorativa en el edificio donde nació el Maestro García Asensio, sito en la Gran Vía de Germanías nº 5 y en presencia de la Concejala de Cultura, Excma. Sra. Doña Mairén Beneyto.

El director de orquesta valenciano Enrique García Asensio, una de las figuras más destacadas del mundo musical, está finalizando el presente año 2012 con varios y felices acontecimientos, cumplió hace poco 75 años, ha sido nombrado Hijo Predilecto de Valencia, fue invitado en Bucarest como estrella del Festival Celibidache 100 y el pasado martes día 30 de octubre fue descubierta una placa honorífica, por iniciativa del Ayuntamiento de Valencia dedicada al maestro Enrique García Asensio, en la fachada del edificio en el que nació el ilustre director de orquesta. Desde ya, el número 5 de la Gran Vía Germanías ostenta esta muestra de respeto y reconocimiento al prestigioso músico valenciano.

En la Comunidad Valenciana, – donde existen gran cantidad de músicos por metro cuadrado – tiene su mérito sobresalir. Sin embargo, Enrique García Asensio, hijo, nieto y biznieto de músicos, padre de una gran profesional de la música, que desempeña el puesto de primer violín en la Orquesta de Valencia, es, gracias a una carrera musical de más de sesenta años, uno de los artistas valencianos de mayor proyección internacional.

El ambiente musical familiar, que en su caso se remonta al siglo XIX, hizo que el joven Enrique,nacido en Valencia en 1937, estudiara muy pronto violín, un instrumento en el que su padre destacó magistralmente.
En 1948, con apenas once años, el joven violinista comenzó a tocar en la Orquesta del Conservatorio, de la que llegaría a ser primer violín y director. Aquella Valencia de vida austera y sencilla, la Valencia de los cuarenta y los cincuenta, impregnó sus años de formación, entre pentagramas y libros de estudio.
Antes de descubrir la placa conmemorativa, con una humanidad entrañable, me cuenta: “nací en el segundo piso parte derecha, el portalón del inmueble es el mismo, incluso ese pequeño escalón –me señala con el dedo – que existe en el suelo, me trae a la memoria que un día con apenas ocho años regresaba a casa cargado de libros y al entrar tropecé y caímos en montón los libros y yo”, finaliza con una amplia sonrisa de nostalgia en el recuerdo.

María Irene Beneyto, concejala de Cultura, hizo acto de presencia y comenzó su discurso indicando. “En este edificio se gestó la semilla del que luego sería uno de los directores más reconocidos, un magnífico músico y una magnífica persona”. Añadiendo que este es un “acto de homenaje a Enrique y también a sus padres, que pusieron las bases para que alcanzara esta trayectoria increíble en el mundo de la música”.

La Concejala María Irene Beneyto acentúa su “especial vinculación” con la Orquesta de Valencia, de la que fue titular entre los años 1964 y 1965 y de la que es, en la actualidad, su principal Director invitado. García Asensio es, a su vez, miembro del ‘Consell Valencià de Cultura‘, y Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, Caballero de la Orden del Santo Cáliz y Caballero de la Real Orden de Santa María del Puig.

El acto de descubrimiento de la placa ha contado con la presencia de numerosos familiares de García Asensio, como su hija, Anabel García del Castillo, Concertino de la Orquesta de Valencia, y el esposo de ésta, el concertista de guitarra José María Gallardo del Rey. Han asistido, asimismo, el Intendente de la Orquesta de Valencia y Subdirector de música del ‘Palau’ de la Música, Ramón Almazán; el compositor Andrés Valero-Castells; y reconocidos directores como Eduardo Cifre o Fernando Bonete, titular de la Banda Municipal, Ricardo Bellveser, director del la Institución Alfonso el Magnánimo de Valencia, escritores y numerosos admiradores además de medios de comunicación valencianos y de Madrid.

No puedo cerrar esta crónica sin resaltar el gran ambiente familiar y emotivo de cuantos estábamos presentes y el abrazo que Enrique gozaba repartir, entre quienes le conocemos y admiramos como profesional y persona.